Semana de reflexión. El Córdoba arrancó el año con derrota, igual que terminó el anterior. Con entrega, sí, pero con despistes y pequeños errores convertidos en regalos al rival. La concentración y el coraje debe comenzar desde el minuto -10. Desde los vestuarios. La dinámica de encajar goles en los primeros compases del partido debe terminar.
Esta semana vuelve a jugar a en casa, la que debe convertir nuevamente en una fortaleza inexpugnable. Hay que recuperar esa fortaleza mental que impida el asedio rival, y después seguir aplicándola en las dos próximas salidas consecutivas que se aproximan.
Toca recuperar la fuerza, la concentración. Toca ganar.